martes, 25 de noviembre de 2008

Interesante domingo...



Comienzo mi relato contando un detalle.
Casí siempre, por una serie de experiencias que he tenido, a donde voy llevo un pequeño equipo para urgencias, pero esta vez, como todo mi equipo estaba empacado en una mochila enorme que habia usado en un simulacro, salí a trabajar con una mochila más pequeña en la que solo tenia casualmente un tensiometro.
Salí de trabajar a las 16:30. Hacía un calor sofocante y solo me sobraban ganas para descansar. Sin embargo, mientras volvia, me detuvo una camioneta civil con un efectivo policial. Me pide simpaticamente (no es sarcasmo, realmente se comporto excelentemente) y me explico que requerian mi presencia para ser testigo en un hallanamiento.
No encontrando razones para negarme en el milisegundo que tuve y SI, recordando en cambio que ser testigo es deber civil de cada ciudadano me preste a la experiencia.
Dentro de la camioneta me encontre con otro joven que tambien habia sido “invitado” a participar.
Nos dirigimos a una sub comisaria y de allí, con más efectivos, fuimos hacia el domicilio en cuestión.
Demás detalles de comisarias y jurisdicciones no comentaré por seguridad del proceso judicial en progreso.
En mi mente lo unico que pasaba era que si algo salia mal, no tenia demasiado equipo encima así que iba pensando en mis opciones. Por supuesto, mi función no era dar apoyo medico, pero si algo sucedia no iba a negarlo, ¿verdad?
Ingresaron en la casa, yo estaba afuera y solo por seguridad mía tenia el gas de pimienta en mano.
Pero nada sucedió y de hecho la entrada fue muy “prolija”.
Era una casa de familia donde se encontraban sus integrantes. Pasado el mal rato, con mucho calor, ya que eramos muchos en el living, comenzo la requisa.
Los testigos solo debemos dar nuestros datos y atestiguar que todo lo que se hace sea “legal” (dicho sea de paso, así fue).
En ese momento escuche voces de auxilio y murmullos. Mire atrás y la madre de la familia, una mujer de 60 años creo, estaba afuera desmayada.
Me identifique como personal de rescate y me abrieron paso para revisar a la señora.
Estaba teniendo un pico hipertensivo y ante la desesperación sus familiares no tuvieron mejor idea que sacarla al patio, con sol a pleno y 40°C.
Estaba semiconciente, casí obnubilada, con un glasgow 9 (2, 2, 5).
Pregunte y me dijeron de su condición hipertensa medicada, y por el mal gusto acababa de tomar un Enalapril.
- Fue por el mal gusto me decian, ya va a pasar-
La movimos adentro en la misma posición sentada (esperando que esa posición redujera el retorno venoso y así la presión de perfusión cerebral). Recordé que tenia el tensiometro. ¡Sorprendente que el unico elemento que tenia encima fuese el unico que necesitaba!
170/ 140 mm/Hg tenia la mujer para ese entonces.
La nuera sostenia la cabeza para mantener la vía aérea permeable.
Pedí traslado inmediato y comenzaron a llamar al SIES, cuya reiterativa respuesta fue que solo se podian encargar de accidentes de transito y no realizaban domiciliarios.
Siguieron insistiendo con el SIES, probamos dandoles los valores y sintomas para que reconocieran la genuina urgencia y seguian negando asistencia.
La policia no podia hacer el traslado porque sus moviles no estaban preparados para ello.
Insistí en la recomendación del traslado y finalmente el comando radioelectrico pidio la ambulancia y por ellos si se puso en camino un movil.
Sin embargo, 15 minutos despues la presión comenzaba a descender levemente, el aire “fresco”, la baja temperatura, la posición y el medicamento estaban haciendo efecto. Le dimos jugo como para rehidratar lentamente.
Chequeos posteriores me dieron un glasgow 14 y pude tomar la escala de cincinatti e inquirir sobre sintomas y dolores que me llevasen a descartar infartos o ACV´s.
Finalmente 30 minutos luego de la urgencia llego el SIES, acostaron a la mujer, constataron el descenso de la presión arterial a sus parametros normales y se fueron recomendando que en la semana viera a su medico de cabecera.
Luego de la urgencia, todo siguio igual.
Recien a las 21hs pude retornar finalmente a mi hogar. Parecia irreal que hace 4 horas caminaba tranquilamente a mi casa.
Que me dejo todo esto...?
Me dejo mucho cansancio, mucha satisfacción, otra experiencia nueva y una fuerte reafirmación de mi creencia.
“Lo unico certero en la vida es la muerte, todo lo demás es incierto...”
Nadie sabe que va a pasar cuando salgas de tu casa, por ello, lo mejor con lo que podes contar, aquello sin lo que nunca hay que salir es una voluntad indomita, una mente entrenada...
y un par de guantes descartables...

Guillermo

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