sábado, 25 de julio de 2009

1UP

¿Quien no ha jugado a un videojuego y se ha dicho a si mismo "que bueno seria tener siempre una vida más en la vida real"?(1UP)
Casí sin pensarlo, dispositivos simples como el cinturón de seguridad y el casco, día a día pueden darnos una vida más, como sucedio ayer.

En una intersección de la zona sur de Rosario, colisionaron un automovil donde viajaba un hombre y una moto donde viajaba una joven pareja.
Casualmente ocurrio cerca de mí casa y un amigo me llamo a la escena.
El ciclomotor impacto perpendicularmente el Renault 9 en la puerta del conductor, la mujer terminó sobre el capót rompiendo el parabrisas con la cabeza y el hombre rodó varios metros por el suelo hasta el cordón.
Sin embargo, aunque el impacto hubiese sido fatal ambos usaban cascos.
Es ahi, frente a esta escena cuando uno toma conciencia de la importancia de este elemento.
Ayer, el casco permitio que dos personas continuaran viviendo. Fue la diferencia entre llevar dos pacientes a la guardia y no a la morgue.
El casco es un instrumento que lamentablemente necesita ser usado y no solo ser llevado.
Hay gente que todos los días muere en accidentes con el casco en el codo o en el portaequipaje. Son vidas que no vuelven, perdidas por una tonta estrategia de decir, "-lo llevo en el codo y si veo una patrulla me lo pongo y me lo saco a las dos cuadras-"
Definitivamente el casco no siempre es comodo, pero es preferible la incomodidad a la muerte.
Agarrar el casco antes de cada viaje en moto es como agarrar las llaves de la puerta..., "NOS VA A PERMITIR VOLVER A CASA".
En fín, volviendo al incidente, ambos estaban concientes, la mujer con una importante deformación del femur acompañada de mucho dolor. El hombre tambien conciente, en principio, solo mostraba una rotación de la pierna derecha pero autoinducida por ser la posición antalgica de él frente a una lesión tambien a la misma altura de la mujer, aunque menos grave. La similitud en el lugar de la lesión puede ser porque ambos hayan golpeado el borde del auto o el manubrio de la moto.
El sistema de emergencia llego rápido, aunque el accionar dejo muchisimo que desear. En la emergencia es muy dificil ser prolijo y metodico. Poseo por ende un altisimo respeto y admiración por quien día a día sube a una ambulancia.
Pero la voluntad no justifica errores groseros como trabajar sin guantes (aún cuando hacian la vía), fumar mientras se atiende, realizar una pesima inmovilización con no más de dos cintas (literalmente) y no cuidar la cabeza en ningún momento, sin siquiera un collar (que de todas formas no inmoviliza por completo la cabeza) cuando se trata de un paciente que rompio el parabrisas con la cabeza y otro que voló y golpeó por todos lados.
Dediqué unos momentos a hablar con el conductor del auto que en su ansiedad y temor comenzo con sensaciones de desmayo (era un hipertenso declarado). Si uno miraba el hundimiento de la puerta era imposible que esa fuerza no se hubiera transmitido a él.
Transmití esa información al SEM que actuaba y no obtuvé respuesta ni ayuda, de hecho, ambas ambulancias se fueron sin siquiera mirar al hombre.
Nadie es perfecto, pero hay que saber reconocer cuando las cosas se hacen mal.
Previo posicionamiento, control de la presión y recomendar acudir al medico si progresaba o volvia el mareo me volví a mi casa a recargar guantes...
Algunas fotos desde el cel:




Guillermo








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